sábado, 9 de octubre de 2010

El cinismo a la orden del día


Lucrecia Maldonado


En uno de sus libros, la escritora chilena Isabel Allende relata la historia de un anciano (no recuerdo bien si era su propio abuelo), que aconsejaba a su nieta lo siguiente: “Si te pillan en la cama, desnuda junto a tu amante, niégalo todo hasta el último momento”.


Algo parecido es lo que estamos presenciando en estos instantes, a pocos días de la asonada del último 30 de septiembre. No hubo secuestro, dicen, el Presidente podía salir del hospital cuando él lo quisiera. Era apenas un reclamo de tipo laboral, salarial. Lo que pasa es que la gente no se pudo enterar porque solo había un canal de televisión.


Matan tantos pájaros de un solo tiro que recuerdan a la pesca con dinamita: Correa es un mentiroso, no hay tal alza de sueldo a los policías y además atropella la libertad de expresión (en el estado de excepción). Pero lo más triste de todo es que haya quien les crea, como si nunca hubieran traicionado a nadie. Lo más triste de todo es que los medios se hagan eco de esto a sabiendas de que es mentira. No sorprende, claro. Qué va a sorprender. Pero sí duele.


Es una suerte que haya habido miles de personas en la avenida Mariana de Jesús, dispuestas a defender con su vida (como en efecto pasó) la integridad de su Presidente y del proyecto que representa. Ellos pueden contar sus historias, como ya lo ha hecho, por ejemplo, Fernando Ehlers en un estremecedor especial de “La Televisión”, en donde lo único que se le puede reprochar es que haya puesto en riesgo su vida para mostrarnos las cosas tal como fueron.


Es una suerte (e incluso es bastante loable) que en un medio tan de oposición como El Comercio se esté difundiendo un video en donde se ponen en evidencia las verdaderas intenciones de los policías levantados en armas. Matar a Correa.

Sin embargo, y aunque ya deberíamos estar acostumbrados, no deja de sorprender de un modo indignante el cinismo con que ciertos inolvidables (desafortunadamente) personajes de nuestro país se han referido a estos hechos.

Carlos Vera, por ejemplo, ha hablado de la actitud “decente” de la policía nacional, y no se refería precisamente al GOE o al GIR. Eran decentes los que pocas horas después baleaban con fe y alegría a aquellos a quienes jamás logran proteger en otro tipo de circunstancias. Tal vez lo que Vera entiende por ‘decencia’ coincida en su diccionario personal con lo que otros entendemos sencillamente como ‘crimen’. Gutiérrez, traicionado por su subconsciente, afirmaba para el famoso periódico brasileño O Globo que cuando desaparezca Correa se terminará el socialismo en la región. Y luego se rasgaba las vestiduras diciendo que él no tiene nada qué ver en nada. Que era un reclamo porque les habían bajado el sueldo. Es increíble cómo una persona que no sabe distinguir lo que es bajar el sueldo de subir el sueldo sea capaz de un cinismo tan refinado.


Igual que el marido (o la esposa) que abre la puerta y encuentra a su pareja en arrumacos con otra o con otro, con la misma vestimenta con que su madre los parió, un buen grupo de ecuatorianos nos quedamos boquiabiertos, indignados, consternados y rabiosos (como diría Mario Benedetti), cuando todos ellos, y sus adláteres, muy sueltos de huesos, siguen afirmando que aquí nunca pasó lo que todos sabemos que ocurrió.

5 comentarios:

  1. Rafael Correa, Sábado, 1 de Octubre del 2010. Informe sagrado a la nación:

    {“…Vamos al Regimiento Quito y cuando empiezo a bajar nos tiran una bomba lacrimógena, pero así…o sea…entonces enseguida LA SEGURIDAD me empuja al carro, quiero decirles que ando con bastón, pero era el primer día que andaba con bastón, hasta el día miércoles andaba con andador, pero el médico me dice: ya mañana puede andar con bastón ji ji, entonces andaba con bastón y me empujan y con la pierda dañada yo no puedo ofrecer resistencia porque YO DIJE YO NO ME VOY A MOVER de AQUÍ pues si soy el Presidente de la Republica como me pueden recibir con una bomba lacrimógena Y LA SEGURIDAD ME METE EN EL CARRO y ME SACAN de AHÍ, NO! Señores YO REGRESO AL REGIMIENTO QUITO! No pueden tratar así al Presidente de la Republica, yo soy comandante de la Policía…”} (SIC)

    Si en ese momento Correa se iba, porque YA ESTABAN EN MARCHA (los hizo regresar), lo único herido habría sido EL EGO de este funcionario y no habría habido necesidad alguna de que NADIE se “juegue la vida” por el, un poquito más INTELIGENTE la salida, no cree usted???

    Cuantos de los MILES de secuestrados en Ecuador quisieran tener el derecho a UN PAR de llamadas, yo las aprovecharía para llamar a la policía aun a riesgo de que no hagan nada, y a mis familiares para que me preparen un recibimiento con PANTALLA GIGANTE y SISTEMAS de AUDIO, que importa que los policías se estén matando con los secuestradores mientras NOSOTROS FESTEJAMOS.

    Lastimosamente la cruda realidad es otra.

    Saludos

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  2. Rafael Correa, Sábado, 1 de Octubre del 2010. Informe sagrado a la nación:

    {“…En un momento dado dijeron SI, SI SALGA AQUÍ ESTA LA CALLE de HONOR, ellos mismos hacen la calle de honor y estaban los mismos encapuchados que nos habían lanzados gases lacrimógenos, insultado, etc. Yo salía en medio de esa gente y se daba fuego cruzado, el Presidente murió en medio de un fuego cruzado y nadie sabe lo que paso, NO, NO, YO SALGO CUANDO ELLOS SE RETIREN, CUANDO VENGAN LAS FUERZAS ESPECIALES o CUANDO VENGA EL PUEBLO ECUATORIANO…”}

    Un secuestrado que pone condiciones para irse :-) aun a costa de poner en riesgo la vida de GENTE INOCENTE en un HOSPITAL y de que se den bala entre ecuatorianos, en sus propias palabras NO ESTABA SOLO estaba con gente del GEO, del GIR, su GUARDIA PERSONAL. El no iba a salir SOLO por la calle de honor.

    Claro era necesario un rescate EPICO, no faltaba más, Alvarado necesita material para sus empresas publicitarias.

    Saludos

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  3. Leí una entrada en el blog de Raúl Vallejo y veo que este señor también se hace eco de la noticia de un secuestro. El argumento racae sobre la base de que el presidente Correa supuestamente no podía movilizarse con libertad. Eso no define un secuestro empero.

    Que yo sepa un secuestrado está a la merced de sus captores. Apegándonos a los hechos no se puede llamar secuestro al trajín de Correa en el hospital. Es una exageración absurda. Es más, por las razones que apunta Francisco, decir que Correa fue secuestrado podría verse hasta como una falta de respeto a las verdaderas víctimas que han sufrido ese delito.

    Es curioso que estos literatos, de quienes uno asumiría que cuentan con una exhuberancia de vocabulario, no hayan podido encontrar una palabra más atinada y menos sensacionalista para describir esa situación. La palabra correcta se llama asedio. El hospital en el que se encontraba el presidente Correa fue asediado por los policías, pero él no fue secuestrado. Revise bien su diccionario.

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  4. Sí. Verdad: por fin quark schiz tiene razón. Felicitaciones!!!

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  5. Que chevere articulo. Las verdades duelen, reza un dicho, mas cuando fueron transmitidas en :vivo y en directo", negar lo que todos vimos es de descarados.

    A lo mejor son los que despues de frotarse las manos en la mañana del 30 de Septiembre, se entusiasmaron en la tarde y se desencantaron en la noche.

    Ahora solo les queda rumiar su ira y derramar su frustracion por "el fallido", con los "literatos", je je

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