lunes, 12 de julio de 2010

Ideas comunes en torno a la drogradicción (II)

Lucrecia Maldonado

Una de las más comunes ideas o teorías respecto de la drogadicción es la de la prevención. Diríamos Prevención, así, con p mayúscula. Sabemos, como dice algún refrán, que una persona prevenida vale por dos, y que más vale prevenir que lamentar. Sin embargo, de lo que se puede observar, quizá la Prevención en lo que se refiere al uso de drogas no esté demasiado clara.

Por ejemplo, para prevenir el uso de drogas en nuestro hogar se nos aconseja el más descarado espionaje: observa a tus hijos. Observa con quién se llevan. Observa cómo tienen su habitación. Observa la música que escuchan. Observa su lenguaje, su aspecto, su olor. Cuando no estén presentes, hurga, revisa sus mochilas, ausculta el interior de sus libros, los bolsillos de su ropa. Ponte pilas. Si andan con los ojos rojos no ha de ser porque han llorado o se han trasnochado.

La pregunta clave es: ¿se puede vivir así? Digo, entrando en una definición de vida acorde con lo que se ha dado en llamar “sumac causay”. Al promover este tipo de actitud, lo único que se está haciendo es favorecer algo que, en últimas, es tan pernicioso como la misma adicción: Codependencia, y si la pongo en mayúsculas es porque la Codependencia no es otra cosa que la adicción a cualquier persona, en este caso al adicto: la adicción a pretender que se puede controlar su vida, a la ilusión de que es posible impedir que consuma sustancias, y en últimas una adicción tan insidiosa, incurable y mortal como puede ser la adicción a la base de cocaína o a la heroína.

Otra sugerencia para prevenir el uso de drogas es la información. Tal vez esto sí resulta más lógico: informar a nuestros jóvenes acerca de los peligros y los daños que las sustancias producen en el organismo humano. Esto me lleva a recordar con ternura mis años colegiales, cuando un poco de monjitas bien intencionadas (no lo dudo) decidieron que una forma de evitar que usáramos y abusáramos de nuestra sexualidad era informarnos. Todavía recuerdo esa lámina tamaño mapamundi del corte longitudinal de un pene gigante con el que pretendían darnos una educación sexual apropiada.

Por otro lado, y poniéndonos la mano en el corazón: ¿previene algo la información? Porque existe otra información de primera mano que también es cierta y real: la información acerca de la maravilla que es consumir cierto tipo de sustancias. ¿Qué importa que se te dañe el cerebro de por vida si has conocido el paraíso aunque sea por un par de segundos? En un mundo, en una cultura inmediatista y hedonista como la nuestra, ¿qué aporta la información a la prevención en el uso de drogas? ¿realmente a una persona adicta le importa lo que las sustancias que consume le hagan a su organismo? Un adicto a lo que sea busca llenar con sensaciones los huecos de su vida emocional, y la información biológica acerca de los efectos de inhalar pintura o cemento de contacto poco o nada puede hacer en relación a esa desesperada filiación con la sustancia. Y por otro lado, sabido es que lo prohibido, tenga los efectos que tenga, llama mucho más que lo permitido. Si observamos la historia del siglo XX, las grandes eclosiones en el tema de la adicción se han dado como respuesta a sistemas excesivamente opresivos, moralistas, pacatos e hipócritas.

Tal vez este sea el momento de dejar de ver la adicción como un problema ajeno y comenzar a mirarlo con la humildad de quien se sabe dentro del tema aunque sea colateralmente.

3 comentarios:

  1. [...]¿previene algo la información?[...]

    Pero es que acaso Ud. lo duda? La información, el conocimiento es y debería ser una cuestión VITAL para el pueblo ecuatoriano. Si es precisamente la ignorancia en la que nos tienen sumidos lo que nos ha llevado una vez tras otra a elegir a "mesías" para que nos ofrezcan gobernar y nos terminen robando. Le aseguro que si no fuéramos TAN IGNORANTES otra sería la suerte de este país.

    [...]¿realmente a una persona adicta le importa lo que las sustancias que consume le hagan a su organismo? [...]

    Tal vez a una persona adicta no, pero esa persona adicta tuvo una PRIMERA VEZ y muy posiblemente esa persona NO ESTUVO BIEN INFORMADA de las consecuencias que el consumo le iba a traer o quizá tampoco le informaron que cada acto trae sus consecuencias (algunas fatales) y responsabilidades para sí mismo.

    Resulta bastante hipócrita en la Sociedad ecuatoriana que se estigmaticen las drogas pero cuando hacen una reunión lo primero que le ofrecen a uno es el trago y vayan a ver cuántos hogares ecuatorianos viven una vida deplorable gracias a que los "jefes de hogar" son esclavos del alcohol.

    Y de acuerdo, a mayor prohibición mayor consumo, solo hay que recordar la prohibición de consumir alcohol en Chicago. Si la Historia esta ahí, es solo que algunos genios se empeñan en repetir LO MALO de ella.

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  2. Lucrecia, me encantó la parte del mega poster del pene, vaya q es un momento ingenioso dentro de la lectura, me causó mucha gracia.
    Yo nunca he usado sustancias estupefacientes pero estoy totalmente de acuerdo con ud, en que nuestra sociedad es curuchupa, represiva y tremendamente intolerante. Si un buen vuelo es lo q necesitamos a veces para escapar de la terrible realidad, pues que nos pasen a todos un poco de esas mezclas mágicas.. quizá así nos olvidemos un instante del dolor de ver al mundo sumido en odios tan grandes...

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  3. Información existe, algunos a ciencia cierta otras personas vagamente, creo lamentable que no se diga la información adecuada sobre las drogas sociales legales como el tabaco hecho cigarrillo y el alcohol y de que "todas" las otras se sataniza de buenas a primeras.
    Ahora quisiera aclarar algunas cosas: muchas sustancias vegetales o químicas (con efectos psicotrópicos o no, legales e ilegales, duras o blandas, conste que el tabaco tiene casi los mismos niveles de dependencia metabólica que la heroína y la morfina es igualmente bastante adictiva) son agrupadas todas sin distinción alguna con la etiqueta de 'las drogas'. Por ejemplo la flor del cáñamo -la marihuana- permite (en ciertos estadios mentales) la introspección, cosa que si alguien -por lo general- lo hace con el alcohol puede derivar en un "chuchaqui moral" espantoso sino en otras cosas más conocidas como violencia doméstica o agresiones a otras personas, además de que no se dice de que los usos de esta planta (no sólo de su flor) son múltiples (en tejidos, para la elaboración de papel, médicos: oncológicos, psíquicos: para sacar a flote cierto tipo de patologías, por lo que no es tan cierto que esta flor provoque trastornos mentales, antidepresivo, etc.) y bueno, no se trata de hacer propaganda al cáñamo. Es para aclarar que no se puede catalogar a todas las sustancias en una sola etiqueta, entre todas ellas existen diferencias, entre unas hay una brecha gigantesca y entre otras similitudes familiares.
    Otra cosa es esto de "llenar vacíos" o "escapar"; de mi parte creo que son lugares comunes para no abordar un poco más sobre los usos -no sólo consumos- de este tipo de sustancias. Actualmente los usos son más profanos, por decirlo de algún modo, se ha vaciado el sentido lúdico (¿o no es legítimo tomarse un cafesito o un buen vino con los amigos?, y eso que el café y el mate también estuvieron penalizados en la época colonial: eran "drogas", en el mismo tono como ahora calificamos todo tipo de sustancias prohibidas), su perspectiva hacia la meditación y peor aún la médica. Las personas que usan y consumen sustancias no siempre buscan llenar vacíos o escapar de la realidad; también se escapa en la televisión (en el primer plano que no deja ver horizontes ni profundidades).
    De todos modos creo muy saludable empezar a hablar de la drogodependencia, de las sustancias ilegales y de las legales (¿por qué esas son legales?), debatir este tema que es extremadamente necesario en un país que se puede ver amenazado por el tráfico de estupefacientes, porque este también es un tema de salud pública y de geopolítica (es inmenso el tema)...

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